Pasta Cajún Cremosa con Pollo y Tres Quesos – receta irresistible para días ocupados

Introducción

¿Día largo? ¿Sin ganas de pasar horas en la cocina, pero sí con antojo de algo reconfortante? Entonces esta Pasta Cajún Cremosa con Pollo y Tres Quesos es para ti. Te lo digo como si estuviéramos charlando con un café en mano: esta receta es una de esas que salvan la noche. Es rápida, sabrosísima, y tan cremosa que parece que la hizo una chef con estrella Michelin… pero tú, en pantuflas y con niños corriendo por el pasillo.

En Laura Recetas, siempre te propongo platos que combinan lo mejor de dos mundos: sabor potente y facilidad total. Y esta pasta lo logra a la perfección. Imagínate: pechugas jugosas con un toque especiado, pasta rotini abrazada por una salsa de nata sedosa y una bomba de sabor gracias a tres quesos que se derriten como un abrazo calientito. ¿Suena bien? Espera a probarla.

Ideal para una cena entre semana o para sorprender a tus amigas sin complicarte. Y no, no necesitas ser experta en cocina para que te quede de escándalo. Solo necesitas buen apetito, una sartén, y este paso a paso que te acompaña como una amiga de confianza (¡yo!).

¿Por qué vas a amar esta Pasta Cajún Cremosa con Pollo y Tres Quesos?

A ver, déjame adivinar:

  • ¿Buscas algo diferente a la típica pasta con salsa de tomate?
  • ¿Quieres una cena sabrosa sin mil ingredientes raros?
  • ¿Te encanta el queso tanto como a mí?

Si dijiste que sí a al menos uno… entonces esta Pasta Cajún Cremosa con Pollo y Tres Quesos está a punto de convertirse en tu receta favorita. Te cuento por qué:

  • Es rápida: en menos de 35 minutos la tienes lista.
  • Es versátil: puedes adaptar los quesos, la pasta o incluso hacerla más ligera.
  • Es adictiva: el condimento cajún le da ese toquecito picante y ahumado que no sabías que necesitabas en tu vida.

Y por si fuera poco… ¡a los niños también les encanta! (Y eso ya es decir mucho, ¿verdad? 😅)

🛒 Ingredientes necesarios

Lo mejor de esta receta es que los ingredientes son sencillos y están llenos de sabor. Aquí va la lista, con pequeñas notitas para ayudarte a elegir mejor:

→ Ingredientes principales

  • 2 pechugas de pollo sin hueso ni piel, cortadas en trocitos. El tamaño tipo bocado funciona mejor.
  • 340 g de pasta tipo rotini. Puedes usar penne o fusilli si es lo que tienes en casa. La clave es que tenga forma para “atrapar” bien la salsa.

→ Especias con carácter

  • 2 cucharadas de aceite de oliva (para saltear el pollo).
  • 2 cucharadas de condimento cajún. Si no tienes, puedes hacer uno casero (¡te explico más adelante!).
  • 1 cucharadita de ajo en polvo.
  • ½ cucharadita de cebolla en polvo.
  • Sal y pimienta negra recién molida, al gusto.

→ Salsa cremosa y quesosa

  • 4 dientes de ajo, picados finamente. (No seas tímida con el ajo…).
  • 1 cucharada de mantequilla sin sal.
  • 250 ml de nata para cocinar (puedes usar crema para montar si es lo que tienes).
  • 120 ml de caldo de pollo. Casero o de brick, tú decides.
  • 100 g de queso mozzarella rallado.
  • 50 g de queso parmesano rallado.
  • 50 g de queso cheddar rallado. Le da ese colorcito y sabor tan característico.

→ Toque final para impresionar

  • Perejil fresco picado, para decorar. Le da ese toque “Pinterest” sin esfuerzo.

Paso a paso: receta clara y práctica

Vamos ahora con lo importante: el paso a paso de esta receta para que no te pierdas. Y si tienes peques cerca o estás escuchando tu serie favorita al mismo tiempo, no pasa nada. Esto está pensado para ti 😉

1. Cuece la pasta

Pon a hervir una olla grande con agua salada (¡no seas tímida con la sal, que la pasta la necesita!). Cocina los rotini según las instrucciones del paquete hasta que estén al dente. Escurre y reserva.

2. Sazona y cocina el pollo

En un bol, mezcla los trozos de pollo con el condimento cajún, el ajo en polvo, la cebolla en polvo, sal y pimienta. Que quede bien cubierto, como si lo estuvieras mimando con sabores.

3. Dóralo bien

Calienta el aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio-alto. Agrega el pollo y cocínalo unos 6–7 minutos, removiendo de vez en cuando, hasta que esté dorado y bien cocido. Retira y reserva.

4. Prepara la base de la salsa (¡que empieza el show!)

En la misma sartén donde cocinaste el pollo (¡no la laves, por favor! Ese saborcito que quedó ahí es oro puro), baja el fuego a medio y añade la cucharada de mantequilla. Cuando se derrita, incorpora el ajo picado.

👉 Consejito de confianza: el ajo solo necesita unos 30 segundos a 1 minuto para ponerse fragante. Remueve constantemente y no lo descuides porque si se quema, amarga la salsa. Si huele a gloria… ¡vas por buen camino!

5. Forma la salsa cremosa

Ahora es el momento de agregar los ingredientes mágicos que convertirán esto en una verdadera fiesta cremosa:

  • Vierte los 120 ml de caldo de pollo y los 250 ml de nata.
  • Remueve bien con una cuchara de madera o una espátula para que todo se mezcle. Verás cómo se forma una base cremosa que pide a gritos queso.

👉 ¿Tienes solo nata para montar? Perfecto, solo asegúrate de que no tenga azúcar añadida.

Cuando empiece a hervir suavemente (ojo, suavemente, no a borbotones), baja un poco el fuego. Aquí es donde empieza la magia…

6. Hora de los quesos (¡sí, todos!)

Agrega, en este orden, para que se derritan mejor:

  1. 100 g de mozzarella rallado
  2. 50 g de cheddar rallado
  3. 50 g de parmesano rallado

Remueve constantemente hasta que veas cómo la salsa se vuelve cremosa, espesa y perfectamente ligada. No te preocupes si al principio ves hilos de queso, todo se funde con un poco de paciencia (y amor).

👉 Tip de Laura: si notas que la salsa te quedó muy espesa, puedes añadir un chorrito extra de caldo de pollo o incluso un poco del agua de cocción de la pasta. Si está muy líquida, déjala cocinar un par de minutitos más a fuego medio, removiendo sin parar.

7. Une todo (sin miedo al éxito)

Devuelve el pollo cocido a la sartén y, acto seguido, añade la pasta rotini que cociste al principio.

Remueve con cariño hasta que todos los ingredientes estén bien impregnados con la salsa. Aquí puedes subir ligeramente el fuego unos segundos para que todo se caliente de forma uniforme.

👉 Consejo personal: no lo remuevas con cuchara metálica, mejor usa una espátula de silicona o madera para no maltratar la pasta.

8. Toque final antes de servir

Deja la mezcla reposando a fuego muy bajito unos 2 a 3 minutos. Esto permite que los sabores “se casen” como diría mi abuela. Y sí, ese último reposo hace toda la diferencia, así que no te lo saltes.

Apaga el fuego y prepárate para el momento glorioso…

9. Sirve con estilo (y más queso si quieres)

Sirve caliente, en platos hondos o cuencos generosos (porque nadie quiere una porción tímida de esta delicia).

Decora con perejil fresco picado por encima. Si eres como yo, un toque de parmesano extra nunca está de más. Y si tienes invitados, ¡te aseguro que se quedarán con la boca abierta!

Trucos de Laura para una salsa perfecta

Aquí van algunos trucos y “secretillos” que uso cada vez que preparo esta receta en casa:

  • ¿No tienes condimento cajún? Mezcla pimentón ahumado, comino, orégano, ajo en polvo, cebolla en polvo, pimienta negra y una pizca de cayena.
  • ¿Te quedó muy picante? Añade más nata o queso parmesano. Calma el fuego y realza el sabor.
  • ¿Quieres hacerlo más saludable? Usa nata ligera y queso rallado bajo en grasa. También puedes agregar espinacas frescas al final para sumar color y fibra.
  • ¿Vegetales escondidos para niños exigentes? Ralla zanahoria o calabacín muy fino y añádelo junto con el pollo. ¡Ni lo notarán!

Pasta Cajún Cremosa con Pollo y Tres Quesos

Una receta reconfortante, cremosa y llena de sabor que combina pollo jugoso, pasta y una mezcla irresistible de tres quesos. Ideal para una cena rápida pero espectacular.
Tiempo de preparación 10 minutos
Tiempo de cocción 25 minutos
Tiempo total 35 minutos
Raciones: 4 porciones
Plato: Plato principal
Cocina: Fusión
Calorías: 620

Ingredientes
  

Ingredientes principales
  • 2 unidades pechugas de pollo sin piel ni hueso cortadas en trozos pequeños
  • 340 g pasta rotini o penne/fusilli
Especias con carácter
  • 2 cucharadas aceite de oliva para saltear el pollo
  • 2 cucharadas condimento cajún puedes hacerlo casero
  • 1 cucharadita ajo en polvo
  • 0.5 cucharadita cebolla en polvo
  • 1 al gusto sal y pimienta negra
Salsa cremosa y quesosa
  • 4 dientes ajo picados finamente
  • 1 cucharada mantequilla sin sal
  • 250 ml nata para cocinar o crema para montar sin azúcar
  • 120 ml caldo de pollo casero o comercial
  • 100 g queso mozzarella rallado
  • 50 g queso parmesano rallado
  • 50 g queso cheddar rallado
Toque final
  • 1 puñado perejil fresco picado, para decorar

Method
 

  1. Cuece la pasta en agua con sal hasta que esté al dente. Escurre y reserva.
  2. Sazona el pollo con condimento cajún, ajo en polvo, cebolla en polvo, sal y pimienta.
  3. Dora el pollo en aceite de oliva durante 6–7 minutos. Retira y reserva.
  4. En la misma sartén, derrite la mantequilla y sofríe el ajo 30 segundos a 1 minuto.
  5. Agrega el caldo de pollo y la nata. Remueve y lleva a hervor suave.
  6. Agrega los quesos en orden: mozzarella, cheddar y parmesano. Remueve hasta fundir.
  7. Incorpora el pollo cocido y la pasta. Mezcla todo bien hasta que quede cremoso y caliente.
  8. Deja reposar 2–3 minutos a fuego muy bajo. Sirve caliente con perejil fresco picado.

Notas

Si no tienes condimento cajún, hazlo con: pimentón, comino, ajo y cebolla en polvo, orégano, pimienta negra y cayena. Puedes usar nata ligera para reducir calorías o añadir verduras como espinacas o calabacín rallado para sumar fibra sin que los niños lo noten.

Deja un comentario

Calificación de la Receta