Cómo hacer fajitas de pollo: receta fácil, rápida y deliciosa

Introducción: el aliado perfecto para tu día a día

¿Te ha pasado que llegas a casa con mil cosas por hacer, hambre de león y cero ganas de complicarte en la cocina? ¡Te entiendo completamente! Por eso hoy te traigo esta receta que es como una amiga fiel en los días agitados: cómo hacer fajitas de pollo de forma rápida, rica y con ingredientes que probablemente ya tienes en casa.

Esta receta no solo es un salvavidas para esas noches donde el tiempo vuela, sino que también es una forma deliciosa de consentir a tu familia sin necesidad de volverte loca con pasos complicados. Y lo mejor: puedes personalizarla según lo que tengas en la nevera. Es decir, ¡una maravilla hecha fajita!

Por qué vas a amar esta receta de fajitas de pollo

Más allá de lo sabrosas que quedan, hay muchas razones por las que te vas a enamorar de estas fajitas:

• Se preparan en menos de 30 minutos (¡incluyendo el marinado exprés!).
• Son ideales para esos días en que tienes que improvisar cena con lo que hay.
• Encantan a niños y adultos por igual. Y sí, incluso a los más picky de la casa.
• Puedes servirlas con tortillas de maíz, harina o convertirlas en un bowl saludable.
• Son perfectas para comidas familiares, almuerzos para llevar o una cena ligera pero rica.

Además, con esta receta aprendes cómo marinar el pollo para que quede jugosito y lleno de sabor. Nada de pollo seco y triste, aquí nos gusta cocinar con alegría. 😄

Ingredientes necesarios para la receta

Ingredientes principales

Aquí no hay nada complicado. Lo más seguro es que muchos de estos ingredientes ya estén en tu cocina:

• 2 pechugas de pollo cortadas en tiras (o fajitas medianas)
• 1 cebolla blanca pequeña, fileteada
• 1 pimiento morrón verde en bastones
• 1 pimiento morrón (amarillo, rojo o naranja, el que tengas), también en bastones
• 2 cucharadas de aceite de oliva
• Sal y pimienta negra al gusto
• Limones (para darle ese toque acidito irresistible)
• Tortillas de maíz o harina
• Guacamole o aguacate en rodajas para acompañar

💡 Consejito: Si tienes otros vegetales como champiñones, calabacitas o espinacas, ¡también los puedes sumar!

Ingredientes para la marinada

Esta marinada es lo que convierte a un simple pollo en unas fajitas memorables:

• 2 cucharadas de jugo de limón (o de naranja natural si te gusta más suave)
• 1 cucharada de aceite de oliva (o mantequilla clarificada, tipo ghee)
• 1 diente de ajo bien picadito
• ½ cucharadita de comino molido
• Sal y pimienta al gusto

💚 Tip de cocina saludable: El comino no solo da sabor, también ayuda a la digestión. ¡Todo suma!

Paso a paso: cómo hacer fajitas de pollo

Preparar el pollo: el primer paso hacia el sabor

Vamos a comenzar con lo básico pero importante: cortar bien el pollo. Usa pechugas limpias y córtalas en tiras o cuadritos medianos. No tienen que ser perfectos, ¡esto no es MasterChef! Pero sí trata de que sean del mismo tamaño para que se cocinen parejito.

👉 Consejito de Laura: Si el pollo está un poco congelado, cortarlo es mucho más fácil. No tiene que estar duro como piedra, solo un poco firme.

Marinar: el secreto de unas fajitas jugosas

Aquí es donde empieza la magia. En un tazón grande mezcla:

• 2 cucharadas de jugo de limón (o de naranja si prefieres un toque dulcecito)
• 1 cucharada de aceite de oliva o mantequilla clarificada ghee
• 1 diente de ajo picadito
• ½ cucharadita de comino
• Sal y pimienta al gusto

Agrega las tiras de pollo, mezcla todo bien y cúbrelo con plástico o una tapa. Déjalo reposar al menos 30 minutos. Si tienes más tiempo, ¡mejor! Puedes dejarlo marinar toda la noche en la nevera y el sabor será aún más rico.

🍋 Nota de cocina realista: Si solo tienes 15 minutos, no pasa nada. ¡Hazlo igual! Ya el toque cítrico hace su trabajo.

Cocinar las verduras: color, sabor y textura

Mientras el pollo descansa en su spa de limón y ajo, es momento de preparar los acompañantes. En un sartén grande (o plancha si tienes), calienta las 2 cucharadas de aceite de oliva. Agrega la cebolla y los pimientos.

Cocina a fuego medio-alto entre 8 y 10 minutos, hasta que estén suavecitos pero todavía con un poco de “crunch”. No los sobrecocines, que aquí queremos sabor y textura, no papilla.

Truco visual: Usa pimientos de varios colores para que el plato luzca alegre y apetecible. ¡Sí, la comida también entra por los ojos!

Cocinar el pollo y mezclar todo

Ahora viene el momento esperado: el pollo.

En el mismo sartén (si te gusta ahorrar platos como a mí), sube el fuego y coloca el pollo sin el líquido de la marinada. Cocina unos 5 a 6 minutos por lado, dependiendo del grosor de las tiras. Tiene que estar bien cocido, doradito por fuera y jugoso por dentro.

Cuando el pollo ya esté listo, vuelve a poner las verduras en el sartén y mézclalo todo. Dale una movidita para que los sabores se abracen como buenos amigos.

Y listo. ¿A poco no huele delicioso?