Introducción

Si buscas una Cazuela de Pollo con Calabacín, Queso y Tomatitos que te saque de apuros sin sacrificar sabor, estás en el lugar ideal. Soy Laura de Laura Recetas, y sé lo que significa llegar cansada de trabajar y querer preparar algo rápido, delicioso y saludable. Esta cazuela es esa mezcla mágica de comodidad y nutrición que te hace pensar: “¡Tengo superpoderes en la cocina!”

Perfecta para mamás ocupadas, profesionales con poco tiempo o parejas que quieren cenar algo reconfortante sin complicarse, esta cazuela luce impresionante, huele a gloria y se prepara en un abrir y cerrar de ojos.

Por qué te va a encantar esta Cazuela de Pollo con Calabacín, Queso y Tomatitos

Fácil y rápida: un solo paso de salteado y luego al horno.
Perfecta para aprovechar restos de pollo rostizado que tengas en el refrigerador.
Equilibrada: proteínas, vegetales y la cremosidad del queso, todo en un plato.
Un éxito con niños y adultos—les encanta el queso fundido y los tomatitos dulces.

Ingredientes

2 tazas (≈250 g) de pollo rostizado cocido y desmenuzado
3 calabacines medianos, en rodajas finas
1 taza (150 g) de tomates cherry, cortados a la mitad
1 taza (100 g) de queso mozzarella rallado
½ taza (50 g) de queso parmesano rallado
½ taza (125 g) de queso ricotta
2 dientes de ajo, picados finamente
1 cucharadita de condimento italiano
Sal y pimienta negra al gusto
1 cucharada de aceite de oliva
Albahaca fresca picada (opcional, para decorar)

Preparación paso a paso

1. Precalienta y prepara

Precalienta el horno a 190 °C. Engrasa una fuente apta para hornear (unos 23×33 cm) con aceite o spray antiadherente.

2. Saltea el calabacín y el ajo

En una sartén grande, calienta el aceite a fuego medio. Añade las rodajas de calabacín y saltea unos 5 minutos hasta que se ablanden un poco. Agrega el ajo picado y cocina 1 minuto más —la cocina empezará a oler increíble.

3. Mezcla todos los ingredientes

En un bol grande, une:

Pollo desmenuzado
Calabacín salteado con ajo
Tomates cherry
Mozzarella, parmesano y ricotta
Condimento italiano, sal y pimienta

Remueve bien para que todo se impregne de sabor.

4. Monta la cazuela

Vierte la mezcla en la fuente preparada y distribúyela de forma uniforme.

5. Hornea y disfruta

Hornea sin tapar por 25–30 minutos, hasta que el queso esté derretido y los bordes ligeramente doraditos.

6. Deja reposar

Saca del horno y deja reposar unos minutos antes de servir. Decora con albahaca fresca si te apetece.

Tips de cocina (con un toque de humor)

¿El queso se ve un poco apelmazado? Tranquila, ¡eso es señal de que será ultra cremoso!
Usa pollo rostizado del supermercado para ahorrar tiempo (¡sin culpa!).
¿Quieres un toque picante? Espolvorea un poquito de pimentón o pimienta de cayena.
Para una versión sin lácteos, sustituye los quesos por alternativas vegetales —la ricotta sin lactosa funciona muy bien.

Anécdota personal

Recuerdo la primera vez que hice esta cazuela para una reunión familiar improvisada. Estaba estresada, preguntándome “¿y ahora qué?”. En cuanto salió del horno, mis sobrinos se abalanzaron y pidieron doble ración. Desde entonces, esta receta es mi arma secreta para cualquier cena de última hora. 😉

Preguntas frecuentes

¿Puedo sustituir el calabacín?
¡Claro! El zucchini combina bien aquí. Si quieres variar, prueba con berenjena o espinacas ligeramente salteadas.

¿Cómo guardo las sobras?
En un recipiente hermético, en la nevera hasta 3 días. Para recalentar, al microondas o al horno.

¿Se puede congelar?
Sí, congélala antes de hornear. Luego hornea sin descongelar, aumentando tiempo en unos 10 min.

¿Puedo usar otro queso?
Sí, el queso cheddar o mezcla de quesos funciona también. Solo ajusta la cantidad que te guste.

Enlaces útiles

Si te encantan los platos en horno, te recomiendo este Pastel de Verduras al Horno con Queso o mi favorita Pasta al Horno Cremosa con Espinacas y Pollo.
¿Quieres más consejos para salar y condimentar? Echa un vistazo a mi guía de Especias básicas para tu despensa.

Esta Cazuela de Pollo con Calabacín, Queso y Tomatitos es justo lo que necesitas: práctica, sabrosa y reconfortante. Es perfecta para esos días apretados o para cuando quieres impresionar con un mínimo esfuerzo. Dale una oportunidad esta semana y conviértelo en tu nuevo comodín de la cocina. ¡Ya me contarás cómo quedó!