Pasta Cremosa con Pollo, Ajo y Queso Parmesano (en sartén única)

Introducción

¿Día largo? ¿Sin ganas de lavar mil cacharros pero con un antojo de comida rica y reconfortante? Entonces prepárate, porque esta Pasta Cremosa con Pollo, Ajo y Queso Parmesano (en sartén única) es como ese abrazo que necesitas después de un lunes infinito. Y lo mejor: ¡solo ensucias una sartén! Sí, has leído bien. UNA.

En Laura Recetas, siempre buscamos hacer tu vida más sabrosa y más sencilla, y esta receta cumple con las dos cosas. Es rápida, sabrosa y tan cremosa que tus hijos (y tú también, admítelo 😋) no dejarán ni una gota en el plato.

Pero no solo se trata de rapidez. Este plato es puro sabor. El pollo jugoso, el ajo que perfuma toda la cocina, y el queso parmesano fundiéndose como por arte de magia sobre la pasta… Es de esas recetas que te hacen decir “¡Esto lo vuelvo a hacer!”.

Y sí, es perfecta para cuando tienes visitas de última hora o simplemente quieres darte un gusto entre semana sin complicaciones. Aquí empieza tu nueva receta estrella.

¿Por qué te encantará esta Pasta Cremosa con Pollo, Ajo y Queso Parmesano (en sartén única)?

No es solo una receta más. Esta pasta es una aliada para tu semana caótica, para los días en que necesitas una cena deliciosa en menos de media hora, o cuando quieres cocinar algo especial sin pasarte dos horas en la cocina. Aquí te dejo algunos motivos por los que la amarás:

• Solo ensucias una sartén: Sí, es real. No es un mito de Pinterest.
• Sabor potente y reconfortante: El ajo, el parmesano y el pollo son una combinación que nunca falla.
• Ideal para toda la familia: Hasta los más quisquillosos con la comida se chupan los dedos.
• Versátil y fácil de personalizar: ¿Tienes espinacas o champiñones por ahí? Échalos y listo.
• Perfecta para principiantes: No necesitas técnicas sofisticadas ni ingredientes exóticos.

Y si alguna vez has sentido que cocinar es una batalla entre el reloj, el hambre y la paciencia… esta receta es tu aliada ganadora 🏆.
Ingredientes

Aquí no hay ingredientes raros ni difíciles de conseguir. Solo cosas ricas que probablemente ya tienes en tu nevera o que puedes encontrar en cualquier súper.

📝 Necesitarás:

• 450 g de pechugas de pollo (sin piel ni hueso, cortadas en trozos pequeños): El protagonista de la película.
• 2 cucharadas de aceite de oliva: Para dorar el pollo con amor.
• 4 dientes de ajo, picados: El aroma que hará que todos pregunten «¿qué estás cocinandooo?».
• 480 ml de caldo de pollo: Le da ese toque profundo y sabroso al plato.
• 240 ml de nata para cocinar (o crema para batir espesa): La magia cremosa.
• 150 g de queso mozzarella rallado: Para ese efecto de hilo fundido que da placer solo de verlo.
• 100 g de queso parmesano rallado: Porque todo es mejor con parmesano, y punto.
• 225 g de pasta tipo penne (o la que prefieras): Mejor si es corta, para que absorba bien la salsa.
• 1 cucharadita de condimento italiano: Orégano, albahaca y demás amigos aromáticos.
• ½ cucharadita de pimentón dulce (paprika): Un toque de color y sabor suave.
• ½ cucharadita de ajo en polvo: Porque el ajo nunca sobra.
• Sal y pimienta al gusto
• Perejil fresco picado: Para decorar como todo un chef.

💡 Consejo: Si no tienes parmesano o mozzarella, puedes usar otro queso que se funda bien, como gouda o incluso un cheddar suave.

Paso a paso sencillo y divertido

1. Calienta y sazona

Calienta el aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio. Mientras tanto, sazona el pollo con sal, pimienta, pimentón y ajo en polvo. Dale su momento spa, que se lo merece.

2. Cocina el pollo

Añade los trozos de pollo a la sartén y cocínalos hasta que estén dorados y bien cocidos. Unos 5 a 7 minutos serán suficientes. Luego, retíralos y resérvalos (¡sin comértelos aún, eh!).

3. Sofríe el ajo

En la misma sartén, sin lavar ni nada (¡ahí está el sabor!), echa el ajo picado y sofríelo durante 1 minuto, hasta que huela irresistible.

4. Añade líquidos y pasta

Agrega el caldo de pollo y la nata. Remueve bien para “desglasar” la sartén, es decir, levantar los pedacitos dorados del fondo. Ahí está el umami, amiga.

Luego añade la pasta cruda directamente. Sí, ¡cruda! Nada de otra olla. Remueve para mezclar todo.

5. Cocina a fuego suave

Tapa la sartén y cocina a fuego medio-bajo durante unos 12 a 15 minutos. Remueve de vez en cuando para que no se pegue. La pasta debe quedar al dente y gran parte del líquido habrá sido absorbido.

6. Agrega los quesos

Ahora viene la parte feliz: incorpora el queso mozzarella y el parmesano. Remueve con cariño hasta que se funda todo y se forme una salsa cremosa que abrace la pasta.

7. Devuelve el pollo a su casa

Añade el pollo cocido de nuevo a la sartén y mezcla bien para que se cubra con la salsa cremosa. ¡Qué momento tan bonito!

8. Decora y sirve

Apaga el fuego, espolvorea el perejil fresco y sirve calentito. Puedes acompañarlo con una ensalada rápida o un pan de ajo casero si estás de humor.