¿Quién no ha salido de tapas y ha terminado enamorándose de unos buenos higaditos de pollo como en los bares? Ese sabor intenso, esa textura suave, ese puntito de ajo que se te queda grabado… ¡una auténtica maravilla! Si eres de las que piensa que eso sólo se consigue en una barra con servilletas arrugadas y cañas bien frías, déjame decirte algo: hoy vas a romper ese mito.
Aquí en Laura Recetas, me encanta compartir platos que parecen más complicados de lo que son. Esta receta es ideal para quienes necesitan una comida rápida, rica y con ese toque “de toda la vida” que nos transporta directo a la cocina de mamá… o al bar de la esquina que tanto extrañamos. Y si tienes niños, no te preocupes: con el truco que te contaré, ¡hasta ellos repiten!
Lo mejor es que puedes prepararlos en menos de 30 minutos y con ingredientes que probablemente ya tienes en casa. Así que si llegaste con hambre, poco tiempo y muchas ganas de algo sabroso, esta receta es para ti.
Spoiler: sí, también va genial con un buen trozo de pan crujiente para mojar la salsita (¡no te juzgamos, lo fomentamos!).
¿Qué son los higaditos de pollo?
Antes de meter mano a la sartén, vamos a lo básico. Los higaditos de pollo son, literalmente, los hígados de los pollos, una víscera que, cuando se cocina bien, resulta extremadamente sabrosa y nutritiva. Son ricos en hierro, vitamina A y proteínas. Pero no te asustes: aunque tengan mala fama en algunos hogares, bien cocinados son puro manjar.
A diferencia de otros cortes como la pechuga o el muslo, los higaditos tienen una textura más cremosa y un sabor intenso, que los hace perfectos para recetas de barra de bar. Si los has probado en un tapeo, seguro sabes de qué hablo. Si no, prepárate para descubrir tu nuevo vicio culinario.
¿Por qué te encantarán estos higaditos de pollo como en los bares?
A ver, no es por presumir (bueno, un poco sí), pero esta receta tiene todo lo que nos gusta:
Es fácil: Nada de técnicas complicadas ni ingredientes exóticos.
Es rápida: En 25-30 minutos estás sentada comiéndolos.
Es económica: Perfecta para esos días en los que toca cuidar el bolsillo.
Es deliciosa: Porque el sabor a bar… ¡es sabor a gloria!
Ingredientes necesario
Antes de ponernos el delantal, vamos a ver qué necesitamos. Lo mejor de esta receta es que es súper accesible. Con cosas básicas que probablemente ya tienes en casa, puedes hacer un plato digno de aplauso.
Para 4 personas:
500 g de higaditos de pollo, limpios y troceados
4 dientes de ajo, picaditos (si te gusta fuerte, puedes usar 5)
1 cebolla mediana, en juliana
Un buen manojo de perejil fresco
1 cucharadita de pimentón dulce (o picante, si te va el fuego)
½ vaso de vino blanco seco o cerveza rubia (¡el sabor cambia, pero ambas opciones son geniales!)
Sal y pimienta al gusto
2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
Truquito de Laura: Si puedes, compra los higaditos frescos en la carnicería del barrio. ¡La diferencia se nota!
Utensilios recomendados
Para que no te falte nada al cocinar (y evitar carreras a mitad de receta), estos son los básicos:
Sartén amplia y antiadherente
Tabla de cortar y cuchillo afilado
Bol para marinar
Cuchara de madera (de las de toda la vida)
Pinzas o espátula
Pasos para preparar los higaditos
1. Limpia y trocea los higaditos
Este paso es clave para que queden suaves. Retira cualquier resto de grasa o venitas que puedan tener los higaditos. Luego, córtalos en trozos de bocado. Si este paso no te gusta mucho (¡te entiendo, amiga!), puedes pedir en la carnicería que te los dejen listos.
2. Marina con vino y ajo
En un bol, pon los higaditos con los dientes de ajo picados, el vino o la cerveza, un poquito de sal y pimienta. Déjalos ahí durante al menos 15 minutos. Si tienes tiempo, ¡mejor una hora! El marinado suaviza el sabor fuerte del hígado y le da un toque de bar auténtico.
3. Sofríe la cebolla
Mientras se marina la carne, calienta el aceite en la sartén y añade la cebolla. Cocina a fuego medio hasta que esté doradita y suave, unos 7 minutos. Esto le da un fondo dulce que contrasta genial con el sabor intenso de los higaditos.
4. Añade los higaditos
Escurre un poco los higaditos del marinado (pero no lo tires, lo usaremos después). Sube el fuego y añádelos a la sartén con la cebolla. Cocina 5-6 minutos, moviendo para que se doren bien por todos lados.
5. Agrega el marinado y el pimentón
Baja un poco el fuego, incorpora el líquido del marinado y el pimentón. Remueve para que se integre todo. Cocina unos 4-5 minutos más, hasta que la salsa reduzca y los higaditos estén cocidos por dentro pero aún jugosos.
¡No los cocines demasiado o quedarán secos! Busca ese punto en el que están firmes por fuera y suaves por dentro.
6. Finaliza con perejil fresco
Justo antes de apagar el fuego, añade el perejil picado. Le da frescura, color y un aroma irresistible. Y sí, ese es el momento de probar con pan. Si no mojas… te lo estás perdiendo.