Smoky Jalapeño Popper Soup con Pollo a la Parrilla: Sabor y rapidez para ti

Introducción: ¿Por qué esta Smoky Jalapeño Popper Soup es perfecta para días agitados?

¿Te ha pasado que llegas a casa con el tiempo justo y hambre de algo rico, pero sin ganas de ensuciar toda la cocina? Pues amiga, tengo la solución perfecta: Smoky Jalapeño Popper Soup con pollo a la parrilla. Esta sopita no solo es cremosa y reconfortante, sino que también tiene ese toque picantito que despierta todos los sentidos. Como si te abrazara por dentro… ¡con un poco de chispa!

Lo mejor es que no necesitas ser chef ni pasar horas frente a la estufa. Esta receta es ideal para mujeres ocupadas como tú, que quieren algo casero, sabroso, y rapidito. Además, tiene ese aire de plato «wow» que hasta tu suegra preguntará por la receta. ¿Lo mejor? En 30 minutitos la tienes lista.

Ingredientes principales para esta sopa cremosa y picante

Pollo a la parrilla en cubos

El alma de esta sopa. Usamos 450 gramos de pechuga de pollo a la parrilla, cortada en cubitos. Puedes hacerlo tú misma en casa con un toque de sal, pimienta y aceite, o usar pechuga ya cocida del súper (no juzgamos, ¡la vida es corta!).

Queso crema y queso cheddar: la base cremosa y sabrosa

Aquí empieza la magia. El queso crema (225 g) le da esa textura suavecita y aterciopelada, mientras que el queso cheddar rallado (100 g) aporta el sabor intenso que combina de maravilla con el jalapeño. Es como un abrazo de queso, literal.

Jalapeños frescos o en conserva: el toque picante justo

No hay sopa jalapeño sin jalapeño, ¿cierto? Puedes usar 120 gramos de jalapeños frescos si te va la marcha, o en conserva si prefieres algo más controlado. Tú decides el nivel de fuego 🔥

Preparación paso a paso de tu Smoky Jalapeño Popper Soup

1. Sofreír cebolla y ajo

Empezamos con lo básico: el aroma que abre el apetito. En una olla grande, calienta 1 cucharada de aceite de oliva a fuego medio. Añade 1 cebolla mediana picada y 3 dientes de ajo también picados. Cocina por unos 5 minutos, hasta que todo esté suavecito y huela delicioso. Si en este punto alguien entra a la cocina, seguro te pregunta: “¿Qué estás cocinando? ¡Huele a gloria!”

2. Incorporar pollo, jalapeños y pimentón ahumado

Es hora de añadir el sabor. Incorpora el pollo a la parrilla en cubos, los jalapeños picados y 1 cucharadita de pimentón ahumado. Este último ingrediente es clave: le da ese toque “smoky” que hace que esta sopa sea única. Cocina por unos 2-3 minutos removiendo bien, que se impregne todo.
3. Añadir caldo de pollo y llevar a hervor

Ahora que tienes todo bien mezclado, es momento de añadir el líquido que unirá todos los sabores: 500 ml de caldo de pollo. Viértelo poco a poco mientras revuelves y deja que llegue a un hervor suave. Esto ayudará a que el pollo, los jalapeños y el pimentón suelten aún más sabor. Si tienes caldo casero, ¡fantástico! Si no, uno bueno de supermercado también sirve.

4. Fundir el queso crema

Con el hervor suave ya en marcha, añade el queso crema a temperatura ambiente. ¿Un truco? Córtalo en cubitos antes de echarlo para que se derrita más fácil. Remueve constantemente hasta que se integre completamente en la sopa. Vas a notar cómo se vuelve cremosa, suave y con ese aroma que te hace pensar “esto va a estar buenísimo”.

5. Añadir queso cheddar rallado

Agrega ahora el queso cheddar rallado. Este paso es la guinda del pastel (o la gloria del guiso, mejor dicho). Revuelve bien hasta que se funda del todo. Vas a ver cómo la sopa se pone espesa, con un colorcito dorado irresistible. Si te gusta el queso, este es tu momento feliz.

6. Cocinar y dejar reposar

Deja que la sopa hierva suavemente durante unos 10 minutos más. Esto no solo permite que espese, sino que todos los sabores se integren y se abracen entre sí. ¡No te saltes este paso! Sirve bien caliente, con pan tostado, tortillas crujientes o incluso un poco de aguacate en rodajas encima. Puro amor en plato hondo.

¿Por qué amarás esta receta de Smoky Jalapeño Popper Soup con pollo?

  • Porque es rápida y práctica: en media hora estás comiendo.
  • Porque es económica y sin ingredientes raros: todo lo consigues fácil.
  • Porque es flexible: puedes ajustar el picante, cambiar el pollo por pavo o incluso hacerla vegetariana con champiñones.
  • Porque a los niños les encanta, ¡aunque no lo creas!
  • Porque recalentada está aún más rica. Ideal para guardar en el refri y tener lista en un minuto.

Y sobre todo, porque es de esas recetas que te hacen sentir que cocinar no es una carga, sino un momento para disfrutar.

Leave a Comment