Lasaña de pollo reconfortante para mamás ocupadas

Introducción: ¿Por qué esta lasaña te va a encantar?

¿Quién no ha tenido un día de locos y aun así quiere poner algo delicioso en la mesa? Ahí es donde entra esta fabulosa lasaña de pollo. Es cremosa, calentita, con ese toque casero que te transporta a domingos en familia. Y lo mejor: no necesitas ser chef profesional ni pasar horas en la cocina.

Esta receta es tu aliada perfecta cuando tienes que alimentar bocas hambrientas (¡y exigentes!), pero también quieres disfrutar del proceso sin estrés. Te voy a guiar paso a paso, como si estuviéramos cocinando juntas. Así que ponte cómoda, sube tu playlist favorita y ¡vamos a cocinar!

Ingredientes fáciles y al alcance

Primero lo primero. Aquí tienes lo que necesitas para tu lasaña de pollo. Te prometo que son cosas básicas, de las que probablemente ya tienes en casa:

  • 1 pechuga de pollo sin piel y sin hueso (600 g)
  • 4 tazas de agua (1000 ml)
  • 1 sobre de CALDO DE GALLINA MAGGI® DESMENUZADO (9 g)
  • 1 sobre de BASE DE POLLO CON CHAMPIÑONES MAGGI® (50 g)
  • 2 tazas de leche (500 ml)
  • 4 cucharadas de CREMA DE LECHE NESTLÉ® (60 g)
  • 1/2 caja de pasta para lasaña precocida (250 g)
  • 1 cucharada de aceite (14 g)
  • 2 tazas de champiñones, cortados en láminas (140 g)
  • 8 cucharadas de queso mozzarella rallado (80 g)
  • 4 cucharadas de queso parmesano (20 g)

💡 Consejito rápido: Si no tienes la base MAGGI®, puedes usar una bechamel ligera y agregar un poco de caldo de pollo con champiñones picaditos.

¿Por qué amarás esta lasaña de pollo?

  • Es práctica y reconfortante: Ideal para los días en los que necesitas una comida casera que abrace.
  • Complace a todos: Desde el esposo antojado hasta el pequeñito picky, todos quedarán encantados.
  • Rinde bien: Perfecta para reuniones familiares o para dejar porcionada y congelada.
  • Fácil de preparar: No requiere complicaciones ni técnicas de cocina avanzadas.
  • Una receta 100% adaptable: ¿No te gustan los champiñones? ¡Fuera! Agrégale espinacas, zanahorias o lo que tengas a mano.

Preparación paso a paso

Paso 1: Precalienta el horno

Antes de que se te olvide (nos ha pasado a todas 😅), prende el horno.

  • Temperatura: 180°C / 360°F.
  • Hazlo al menos 30 minutos antes de armar tu lasaña. Así se cocina parejito y se gratina perfecto.

Paso 2: Cocina y desmenuza el pollo

  1. En una olla grande, pon a fuego medio:
    • La pechuga de pollo
    • Las 4 tazas de agua
    • El sobre de CALDO DE GALLINA MAGGI®
  2. Cocina durante 15 a 20 minutos o hasta que el pollo esté bien cocido.
  3. Sácalo y colócalo en un tazón para enfriar. Una vez tibio, desmenúzalo con las manos o con dos tenedores.
  4. Muy importante: reserva una taza del líquido de cocción para la salsa. Eso tiene todo el sabor concentrado. 💛

Paso 3: Prepara la salsa cremosita

¡Aquí empieza la magia! En la misma olla donde cociste el pollo:

  1. Disuelve el sobre de BASE DE POLLO CON CHAMPIÑONES MAGGI® en:
    • 1 taza del caldo que reservaste
    • 2 tazas de leche
  2. Lleva a fuego medio sin dejar de revolver hasta que hierva y espese (unos minutos).
  3. Retira del fuego y añade:
    • 4 cucharadas de CREMA DE LECHE NESTLÉ®
    • El pollo desmechado

Mezcla todo bien. Te debe quedar una salsa suave, con trocitos de pollo jugosos… ¡Una delicia!
Paso 4: Sofríe los champiñones

Este paso le da un saborcito especial a la lasaña. Nada como unos champiñones doraditos para subir el nivel.

  1. Calienta una sartén con 1 cucharada de aceite a fuego alto durante 3 minutos.
  2. Agrega las 2 tazas de champiñones laminados.
  3. Sofríelos por solo 2 minutos, lo suficiente para que suelten ese aroma delicioso pero sin que se pongan chiclosos.
  4. Agrega los champiñones a la salsa con pollo y mezcla todo muy bien.

Tip extra: Si tienes cebollita a mano, puedes sofreírla con los champiñones para dar un toque más casero. También podrías agregar un diente de ajo picado… ¡lo dejo a tu antojo!

Paso 5: Arma y hornea tu lasaña

¡Ahora sí, llegó el momento artístico! Y tranquila, no hay que ser experta, esto es puro amor en capas. 💕

  1. En un molde refractario (el clásico de vidrio o cerámica), coloca una primera capa de pasta para lasaña precocida.
  2. Luego pon una capa de la salsa de pollo con champiñones.
  3. Encima, esparce un poco de queso mozzarella rallado.
  4. Repite el proceso hasta formar 3 capas, terminando con una capa generosa de salsa y los quesos por encima: mozzarella y parmesano.
  5. Lleva al horno precalentado y hornea por 10 minutos o hasta que el queso esté bien gratinadito y doradito por los bordes.

😋 Tip de mamá multitareas: Mientras tu lasaña está en el horno, puedes recoger la cocina, preparar una ensalada rápida, o simplemente tomarte un respiro. ¡Te lo mereces!

Paso 6: Deja enfriar (aunque cueste)

Sabemos que el olor va a tentar a toda la familia, pero es importante que dejes reposar la lasaña unos minutos antes de cortarla.

  1. Retira del horno y déjala reposar al menos 5 a 10 minutos.
  2. Corta porciones con cuidado y sírvela calentita. ¡Va perfecta con una ensalada fresca o pan de ajo!

Consejitos de tu amiga Laura

  • ¿Tu salsa te quedó muy líquida? No entres en pánico. Déjala hervir unos minutos más sin tapa y verás cómo espesa.
  • ¿La pasta precocida se ve dura? No te preocupes, con el horneado y la salsa caliente, se suaviza sin problema.
  • ¿Quieres una versión más ligera? Usa leche descremada y menos queso (aunque… ¡el queso es alegría!).

Una anécdota rápida

Te cuento que esta lasaña de pollo se convirtió en la favorita de mi hija después de un domingo en que olvidé comprar carne molida para la lasaña tradicional. Improvisé con lo que tenía en la nevera y ¡voilà! Ahora me la pide cada vez que hay reunión familiar. 😄

Leave a Comment